Septiembre estaba a punto de finalizar y el otoño acababa de dar comienzo.
Nos encontrábamos por primera vez en San Lorenzo del Escorial (Madrid) caminando por los alrededores del célebre monasterio antes de entrar en él para conocerlo. La luz en esa parte de la Comunidad de Madrid es más suave, está más limpia, y diría que por ello las cosas parecen más hermosas. Verdaderamente el entorno nos tenía encantadas. Ya digo que estábamos paseando, observando y fotografiando, cuando esta zona del lugar me llamó la atención porque me dio la sensación de que, más que la vida real, estaba viendo un cuadro. Me encantaron al instante los colores y la proyección que formaban los árboles a lo largo y ancho del paseo. Fue realmente bonito estar allí para verlo.
Haciendo click sobre la foto podéis ver un vídeo que realicé con las imágenes que tomé durante aquella excursión al Escorial. De verdad que es un sitio increíble que merece la pena visitar.