HABLEMOS SOBRE UNA DECLARACIÓN DE GUERRA

En estos días de principios del verano en el hemisferio norte, aparte de comenzar muchos chorra-programas televisivos llenos de luz, playa, veraneantes y música hortera de temporada, de vez en cuando, en algún canal tipo La 2, puedes encontrarte por la noche con películas de esas
a las que yo catalogo como “arriesgadas” si tenemos en cuenta lo que emiten en
el resto de canales y los estrenos en las salas de cine convencionales.
Esa película “arriesgada” que he tenido la suerte de ver recientemente y que
me apetece recomendar por aquí se llama Declaración de Guerra.


Declaración de Guerra es un film francés que se estrenó en 2011 y que está dirigido por la directora, guionista y actriz Valérie Donzelli. En él se cuenta la historia de una experiencia personal que le ocurrió a la propia directora de la película y a su ex-pareja, o sea, el que es también co-guionista y actor en la cinta Jérémie Elkaïm.


Esa historia personal es la evolución de su romance a través de un hecho dramático que comenzó cuando el hijo de ambos Gabriel (Adám en la película) fue diagnosticado de un tumor maligno en el cerebro teniendo menos de dos años, y todo lo que ello conllevó: múltiples pruebas clínicas, una operación quirúrgica peligrosa, varios años de quimioterapia y radioterapia, incertidumbres, miedo, rutinas médicas, cansancio... 


Con una narrativa tanto visual como literaria que evoca de manera explícita al movimiento cinematográfico francés de la Nouvelle Vague, en Declaración de Guerra observamos a lo largo de 100 minutos a unos Romeo y Julieta del siglo XXI que luchan, no sólo contra el gran problema
que tiene su pequeño hijo sino también contra el propio desgaste que va sufriendo la
estupenda y envidiable relación de pareja que mantenían.
¿Qué pasaría si en la vida de los Romeo y Julietta de Shakespeare apareciese  un problema de esa magnitud? ¿Lo soportarían? ¿Decidirían declarar la guerra a la muerte? ¿Seguirían unidos a través del tiempo y la adversidad? ¿Sería su relación idílica más fuerte que la enfermedad, el tedio, la impotencia, el miedo...? ¿Sacarían adelante a un bebé con esa desgracia
que se nos muestra y a sí mismos y a su amor?


Sin sentimentalismos y de una manera muy realista y directa, tocada en ocasiones por chispas de humor e incluso de ciertas frivolidades, Valérie Donzelli y su Declaración de Guerra nos desvelan estas cuestiones de una forma que, personalmente, ME HA FASCINADO, porque creo que ha hecho sencillo algo tan difícil como contar a buen ritmo una historia dura y que se prestaría fácilmente a
convertirse en un dramón sin caer en la ñoñería autocompasiva.


El guión me parece magnífico al igual que otros aspectos del film como las interpretaciones, la música o el montaje. Hacía mucho tiempo que una película no me gustaba TANTO;
verdaderamente agradezco encontrarme con trabajos como este.
Leyendo bastante acerca de él he visto que fue muy premiado; NO ME EXTRAÑA  :-)