CÓMO VENDER TU ALMA EN 3 MINUTOS -La lengua de las mariposas

Había una vez un niño de ocho años llamado Moncho que se incorporó al colegio por primera vez a esa edad, ya que un problema congénito en los pulmones le ha tenido viviendo permanentemente en casa toda su corta vida, y para el que todo es tan nuevo que hasta le asusta. Desde ese momento comienza a descubrir el mundo del saber y cómo es la vida gracias a su hermano, a la amistad que entabla con un compañero de clase y con su peculiar maestro de escuela. Moncho aprenderá por qué la lengua de las mariposas tiene forma de espiral y otras curiosidades de la naturaleza, o cómo se seducen los hombres y las mujeres y qué es el infierno. Y su historia transcurrirá con relativa placidez hasta que el 18 de julio de 1936 el ejército del país se alce y comience lo que va a convertirse en la Guerra Civil Española.



Después de contaros esto, os pido ahora que miréis la foto de ese niño, de Moncho. Echándole un primer vistazo es fácil ver que el crío está enfadado, y mucho…; lleva en la mano una piedra que está dispuesto a lanzar con todas sus fuerzas. Pero ¿por qué? ¿A quién o a qué? ¿Qué es lo que ha ocurrido si él era un niño bueno y tranquilo?

 

En realidad en esta imagen Moncho ya está lleno de odio porque a lo largo de tres minutos desconcertantes ha tenido que vender su alma para poder salvaguardar su vida y la de su familia. Esa es la última escena de una película que he visto y que me ha dejado sorprendida, tanto por lo bonita que me ha parecido la historia principal: la del niño del que os vengo hablando, como por el final inesperado y desgarrador que hasta ha hecho que se me saltaran las lágrimas.



La película en cuestión se llama La lengua de las mariposas, cuyo guión fue adaptado por el legendario Rafael Azcona de una novela de Manuel Rivas. En ella podréis encontrar las respuestas a las preguntas que he realizado y una historia preciosa sobre la vida, la libertad y la traición al límite que podemos llegar a tener que efectuar cuando en el ambiente se está gritando de forma silenciosa ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!, aunque esta traición conlleve tener que mentir, despreciar u odiar a quien hasta hace poco era tu amigo. Porque La lengua de las mariposas no es sólo una historia preciosa con un final desgarrador, sino que también es toda una lección de vida en cuyos diálogos se pronuncian reflexiones como esta: Ese infierno del más allá no existe. El odio, la crueldad… eso es el infierno. A veces el infierno somos nosotros mismos.


José Luis Cuerda, el director de este humanizador filme, presentaba con las siguientes palabras su propia creación: <<Creo que era el escritor americano Richard Fore el que decía que una historia es buena cuando se sale de su lectura mejor equipado para la vida.  Manuel Rivas ha escrito muchas historias que son así, y quizás sea La lengua de las mariposas una de las mejores. Se sale de ella, y me gustaría que se saliera de la visión de esta película, comprendiendo mejor por qué se quieren las muchachas y los muchachos; a veces con un amor hecho de ilusión y de alma, y otras con un amor en carne viva. También se sale comprendiendo mejor el por qué los hombres se solidarizan entre ellos o por qué se traicionan, o por qué la dignidad hace valientes y por qué, a veces, la supervivencia obliga a ser cobardes, sobre todo cuando el poder político, religioso y militar se insolenta y se levanta contra un pueblo desarmado. Y en medio de todo ello hay la historia de un niño que aprende de un maestro la ciencia de los libros y la ciencia de la vida, y que a última hora obedece a una madre, y por ello, para salvar a su familia, vende su alma, la mata.
Manuel Rivas decía que La lengua de las mariposas era una película que trataba de amor y libertad. Espero que a ustedes les haga vibrar>>.

Yo también lo espero si os animáis a verla, cosa que recomiendo muchísimo ;-)

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