FotoBlog / UNA PRESENCIA INESPERADA

¿Cuántas veces había pasado por aquel sitio? No lo sé, pero eran muchas. Aún así, ¿la había visto antes? No, nunca. No tenía ni idea de que existiese a pesar de que lleva en esa localización varías décadas.

 

 

Si hay algo que tengo claro, es lo siguiente: cuando sales dispuesta a observar de verdad lo que te rodea, aprecias cosas en las que rara vez habías reparado por muchas veces que hayas pasado por un mismo lugar. Ésta es la magia de caminar sin rumbo pero muy segura de querer hacer fotos.

Resultó que la presencia inesperada que me llenó de asombro al descubrirla es una estatua de Venus, que lleva en Madrid cerca de cuatro siglos y que se la conoce como la Mariblanca. Me encantó encontrármela entre las luces y las sombras que en ese momento reinaban en La Puerta del Sol, y acercarme a ella lentamente mientras me peguntaba cómo podía no haberme dado cuenta antes de su presencia.

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