Estaba escribiendo en mi diario; divagaba, charlaba conmigo misma sobre diferentes temas. Poco a poco, un asunto que llevaba años dándome la lata, apareció de nuevo. Creí que era un problema que tenía algo más sosegado, manejado... pero según hablaba sobre él, progresivamente me enfadaba , y aunque intenté explicar con palabras hasta qué punto me desquicia el tema, no lo conseguí del todo hasta que de repente, sentí unas ganas enormes de dibujar y apareció esta imagen. Cuando la terminé, habiéndola sacado a toda velocidad, me di cuenta de que expresaba mejor que las frases el desquiciamiento que me causaba el problema que comentaba.
Aunque para esta publicación use dibujos que he realizado en los que el estrés o el enfado son los protagonistas, no es que viva así continuamente, jajajajaja. Me encanta comprobar cómo con el paso del tiempo, a medida que he ido soltando el "academicismo", los dibujos que hago de vez en cuando, han ganando expresividad hasta alcanzar una estética mucho más desenfadada y elocuente. Y en mi opinión ese es un paso importante porque ahí es donde comienza
el estilo propio con el que alguien puede transmitir mejor que con las
palabras las cosas que de tanto en tanto le pasan por dentro.
Por eso desde Todos contra el Arte os animo a que, si alguna vez os fallan o faltan las palabras para relatar la magnitud de lo que sentis, os pongáis a hacer un dibujillo que os ayude a ilustrar y potenciar más y mejor vuestro mensaje 😉