Caminaba plácidamente una mañana de domingo, cuando me llamó la atención esta imagen; no solo lo hizo porque al principio no entendiera qué era eso rojo que estaba viendo pegado en la farola, sino también porque me encantaba cómo contrastaba la composición general de las líneas geométricas contra el cielo muy azul de octubre. Al acercarme para observar mejor, vi el banderín y recordé que habían sido las fiestas de ese barrio, luego me percaté de que se trataba de la bandera de la Comunidad de Madrid colgando invertida. Yo no sentía para nada que Madrid estuviera así en aquel momento (2012), pero aún con esas, me pareció que le otorgaba a la composición una chispa de dramatismo divertido que me invitaba a fotografiarlo, y fue lo que hice.
