Supongo que estas seis fotos son varias cosas a la vez: una crítica, una protesta, una llamada de atención, cierto escándalo, un juicio ético y una invitación a reflexionar y actuar. Presentados a modo de crucifixión, cual Jesús de Nazaret condenado, unos niños y niñas escenifican seis realidades inquietantes que dan qué pensar...
Con la primera crucifixión, empezando por la parte superior izquierda, el fotógrafo creador se hace eco de la pedofilia en el ámbito eclesiástico.
En la segunda imagen se refiere al abuso infantil relacionado con el turismo sexual en Tailandia.
La tercera nos habla de la guerra en el país de Siria.
Con la cuarta escena se centra en el mercado negro de tráfico de órganos en donde las primeras victimas son los niños de los países más pobres.
En la quinta fotografía se enfoca en el mercado libre de armas en Estados Unidos.
Y por último, con la sexta crucifixión presta atención al problema de obesidad infantil que ha causado la comida rápida.