Durante muchos años yo también tuve la impresión de que los artistas eran algo así como una especie de seres "sobrenaturales" a los que la vida había "elegido" y que tenían todas las respuestas sobre lo humano y lo divino. Después, según me fui haciendo mayor y comencé a indagar en el mundillo y a hacer mis pinitos artísticos, me di cuenta de que intentar hacer arte de cualquier disciplina no tiene nada de mágico, poético, romántico o sobrenatural sino más bien de tedioso porque lleva mucho tiempo y TRABAJO, por lo general ingrato. Así que, leyendo este extracto del curioso libro autobiográfico de Andy Warhol titulado Mi filosofía de A a B y de B a A, además de reírme y sentirme reflejada, pensé que Warhol estaba totalmente en lo cierto. Dice así:
(...) Damian y yo nos encontrábamos a solas en la habitación. Ella se dirigió a la ventana y miró afuera y empezó a decir –Supongo que hay que correr muchos riesgos para ser famoso en cualquier cosa- y luego, girándose para mirarme, añadió –Por ejemplo, para ser un artista.
Ahora estaba seria, pero fue sólo como una mala película. Me encantan las malas películas. Empezaba a recordar por qué siempre me había gustado Damian.
Señalé el salami envuelto en papel de regalo que sobresalía de mi bolsa Pan Am y dije –Cada vez que cortas un salami, corres un riesgo.
-No, yo me refiero en el caso de un artista...
-¡Un artista!- la interrumpí. -¿Qué quieres decir con un ARTISTA? ¡Un artista también puede cortar un salami! ¿Por qué siempre pensáis que los artistas son algo especial? No es más que un trabajo como otro cualquiera.
Damian no dejaría que la desilusionara. Algunos tienen fantasías artísticas profundamente arraigadas.
-Pero para convertirte en alguien famoso tienes que hacer algo que sea <<diferente>>. Y si es diferente, entonces eso significa que corriste un riesgo porque los críticos podrían haber dicho que tu obra era mala en lugar de buena.
-Primero- dije -, por lo general dicen que es mala. Y segundo, si dices que los artistas corren <<riesgos>>, estás insultando a los hombres que desembarcaron en Normandía el día D, a los acróbatas, a las niñeras, a los mineros de las minas de carbón y a los que hacen auto-stop, porque ellos son los que realmente saben cuáles son los RIESGOS.
Damian ni si quiera me escuchó porque aún estaba pensando en los fascinantes riesgos que corrían los artistas.
