ATARDECER EN LA CALLE KARL JOHAN -detalles de Munch

Alrededor de 1890 Edvard Munch pintó varias escenas callejeras,
muchas de las cuales representan Karl Johan, la calle principal de Oslo. 
Algunos cuadros anteriores al protagonista de esta publicación están concebidos en
un estilo casi impresionista y, para ser de Munch, resultan alegres. Sin embargo, cuando pintó Atardecer en la calle Karl Johan, el artista se encontraba en un estado de
 ánimo distinto y creó esta obra inquietante.

Atardecer en la calle Karl Johan (1892) Dimensiones: 85x121 cms

En ella, las personas caminan en grupo a lo largo de la calle, pero no dan la sensación de una unidad común, sino que cada figura de rostro inhumano parece encerrada en su propio mundo. Además es como si la muchedumbre en movimiento avanzara dispuesta a sobrepasar con indiferencia espectador.
La mujer más cercana está cortada a la altura del busto y
produce la sensación de proximidad opresiva de la multitud.


La cara del hombre más destacado parece una máscara o hasta una calavera.


A la derecha, el personaje alargado con un sombrero de copa que camina solo en
dirección opuesta, es el propio Munch. Sobre esta figura solitaria, el pintor escribió
en su diario –Los transeúntes le miraban de forma extraña y curiosa... tenía la
sensación de que en su cabeza no hubiese más que el vacío.


¿Qué sensaciones os provoca este Atardecer en la calle Karl Johan? Seguro que son un tanto extrañas. Yo tengo la impresión de que me he muerto y que, de repente, he aparecido en un mundo de espíritus en el que intento saber a toda velocidad qué está pasando. Dan miedito... Parecen vagar mecánicamente sin importarles nada.


Fuentes para la elaboración de este artículo: Transcrito desde el libro Munch
(Colección Grandes Maestros de la Pintura. Ediciones Altaya, S.A. 2001)