Era viernes, un viernes de mediados del mes de febrero de 2002. Pasaban las nueve de la tarde-noche y acabábamos de salir del curso de cine en el que estábamos aprendiendo a realizar un cortometraje. A, el chico que estaba a punto de convertirse en mi mi novio, y yo regresábamos a casa cruzando la calle Madrid mientras charlábamos sobre las últimas pelis que habíamos visto. Algo después, él comentó que todos los viernes solía ir al cine, y me dijo que ese mismo iba a volver a ver una película que le había gustado mucho.
-¿Cómo se llama?- curioseé yo.
-Amelie- respondió él. -Es francesa y está teniendo mucho éxito.
(¿!) Yo no tenía ni idea de qué estaba hablando, no sabía nada sobre ese éxito ni sobre el filme en cuestión, pero aún así pregunté -Oye, ¿te importa que vaya a verla contigo? Estoy bastante interesada en el cine europeo-, él aceptó y para allá que nos fuimos.
Aún tenía 22 años cuando vi la película y me hizo cierta ilusión que el personaje principal: Amelie, tuviera también la misma edad.
Recuerdo la sorpresa; una grata sorpresa. Recuerdo las sonrisas que se me escapaban mientras miraba lo que ocurría en la pantalla, la fascinación por la originalidad del guion, el final feliz... Recuerdo que me pareció una peli encantadora y la sensación de buen rollo con la que salí del cine, también la alegría por haberme animado a ir con A a ver esa historia que parecía casi un cuento y la profunda admiración por un trabajo bien hecho. <<No me extraña que esté teniendo tanto éxito>> pensé. A y yo la acabamos llamando "la peli del buen rollo".
Él conocía a la protagonista Audrey Tautou. Una noche había cenado con ella y con dos personas más del mundo del cine inglés en un famoso y caro restaurante del centro de Madrid. A, por aquellos entonces, estaba preparando su primera película en Londres, esa misma que meses después se le fue a la mierda, y estaba conociendo a mucha gente a priori interesante aunque luego no lo eran ni para la mitad, según él, incluida Audrey.
De momento sólo he conocido a tres personas a las que no les gustó esta peli cuando la vieron; tres personas bastante coñazo, por cierto, y con las cuales ya no trato.
En su día Amélie al completo me pareció UN ENCANTO; a día de hoy, no sólo me parece eso sino también UNA OBRA DE ARTE; y juro que esto lo digo sin fervor y sin exageraciones, aunque sí con una gran sonrisa 😊
Por cierto, si os apetece saber más sobre esta delicia cinematográfica, en este mismo blog podéis encontrar El Anecdotario de Amelie; una publicación en la que a través de los comentarios del director podréis conocer un montón de detalles relacionados con el proceso creativo que seguro os van a encantar.
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