Crees que conoces un sitio, sientes una familiaridad con respecto a él, lo transitas con total normalidad. Un día, sin saber por qué, algo capta tu atención, quieres hacerle una foto y te dejas atraer por ello; esta pequeña acción, de repente y para tu sorpresa, te sitúa en un punto de vista con el que no habías contado y te presenta ese lugar que creías conocer como si fuera un mundo nuevo en el que nunca habías estado.
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