Aunque desde el año 1940 el tema de las arañas fue un motivo
recurrente en la carrera de Louise Bourgeois, en especial a través de sus
dibujos, no fue hasta la década de 1990 cuando la artista dedicó un
protagonismo mayor a la referencia de estas presencias en sus trabajos,
llegando a elaborar 10 esculturas (en esta publicación podéis ver 9 de ellas) con las que quiso
rendir homenaje a la figura de su madre. Para Louise Bourgeois las arañas
representaban la fuerza y la protección maternal, y aludían al oficio de su
progenitora que trabajó como tejedora y restauradora de tapices en el taller
familiar. A su vez, la artista opinaba que sus esculturas también hacían
referencia a la infinitud de la vida que, tal cual una tela de araña, se
renueva poco a poco por siempre.
Si os apetece saber más sobre esta interesantísima artista,
visitad también en este blog Descubriendo a Louise Bourgeois