La arteterapia es básicamente es una manera de explorar y expresar artísticamente lo que
sucede en nuestro mundo interior. La expresión de las emociones, pensamientos y sensaciones a
través del arte, puede ayudar a clarificar lo que nos sucede por dentro, a
resolver problemas del pasado, a mejorar el autoconocimiento, el orden emocional o a reducir el estrés entre otros muchos de sus beneficios.
Para practicar la arteterapia no es necesario ni ser un
artista talentoso ni tener ningún problema mental, ya que el objetivo de este
ejercicio plástico es simplemente entender lo que nos turba en el día a día,
liberarlo creativamente o gestionar lo que sintamos como algo excesivo dentro
de nosotros; ya sea ira, resentimiento, temores, frustración, aspiraciones…
El pasado mes de enero de 2019 comencé un nuevo diario
creativo llevándolo esta vez más allá de lo que he ido en otras ocasiones (os
hablaba de este tema en Tu diario creativo) porque
en esta oportunidad está dedicado en exclusiva a un asunto tremendamente
personal del que pocas veces he sido capaz de hablar con claridad y franqueza:
MI PÁNICO AL AMOR.
Como este no es lugar para entrar en detalles íntimos y sus por qués, no me
extenderé comentando la cuestión, pero sí que me gustaría decir que este
ejercicio de arteterapia iniciado por cuenta propia está resultando
extremadamente sorprendente y liberador. Estoy impresionadísima viendo de tú a
tú el comportamiento que el pánico al amor tiene dentro de mí, las
contradicciones en las que me hace caer y sufrir, las frases inconscientes que resuenan una y otra vez en mi cabeza desde que era pequeña, las armas, las defensas y los ataques, las
frustraciones que me causa, también los momentos de gran seguridad… Es en verdad increíble poder observar esto gracias a las imágenes y asociaciones
que se crean con plena naturalidad al haberme concedido libertad absoluta para realizar este diario. Admito que algunas escenas que surgen me asustan un poco, pero con otras sin embargo me río
muchísimo porque rozan el absurdo.
De verdad que sentir el amor como una amenaza o un auténtico monstruo al que evitar y repeler es algo MUUUUY difícil de explicar... Por supuesto, el problema no apareció de la nada; dejémoslo simplemente en que no he tenido buenos ejemplos de parejas a mi alrededor (empezando por mis propios padres; cuya indeseable relación y matrimonio me dejaron completamente traumatizada con respecto a lo que a esos temas se refiere).
Desde que a principios de año empecé a dejarme llevar por
este nuevo y temático diario creativo, estoy fascinada con lo que está
ocurriendo en mi cabeza. Ahora me doy cuenta de que este asunto llevaba años
empujando y pidiendo paso, y que ésta es la manera más efectiva y bonita de
dejar que hable por fin y me cuente una historia cargada de facetas que, en el
fondo, siempre he sabido pero que me he empeñado en apartar, ocultar, silenciar
y reprimir. Creo de verdad que, las historias personales a las que les negamos
la voz, en cierto modo y de forma sutil, nos acaban volviendo un poco amargad@s
o loc@s (dicho en el peor de los sentidos).
He titulado esta publicación como si de un trío de amigos
nos tratásemos porque, al fin y al cabo, es lo que estoy haciendo para mi
propio asombro: entablar relaciones amistosas con dos cosas que siempre he
detestado: los collages y el amor. Curiosamente ahora ambos me están
enamorando, jajajaja.
Con esta publicación también aprovecho para animaros con fervor a que cojáis cualquier asunto que os turbe, os dejéis llevar por
la sinceridad sin pelos en la lengua que trae siempre consigo el inconsciente,
y exploréis artísticamente las historias que están deseando salir a la
luz para ayudaros a hacer las paces con vuestros procesos personales más
inquietantes. Os juro que realizando “arteterapia íntima” os vais a quitar
un peso de encima y de paso os entretendréis un montón; además al final, sin
daros cuenta, conseguiréis una obrita chulísima que va a haceros sentir muy
orgullosos de vosotros mismos y que os ayudará a ilustrar y narrar el problema si
decidís hablarle de ello a alguien más
;-)
Todo vale: recortes de revistas, pegatinas, rotuladores, trozos de papel de regalo, imágenes propias o de películas, frases repentinas que aparecen en vuestra conciencia... No menospreciéis nada, utilizadlo todo con plena libertad y sin intelectualizarlo. Sentiros Dalí si hace falta y permitid que el subconsciente os cuente SUS-VUESTRAS historias más íntimas y reveladoras ;-D
Ánimo con vuestro diario creativo terapéutico, pequeños salvajes.
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Por cierto, hay más interesantes y sorprendentes collages disponibles en este blog y podéis acceder a ellos haciendo click aquí
Febrero 2019