Hay quien cuando tiene tiempo libre en casa se pone a limpiar, a ver la tele, a hacer sopas de letras, a mirar el móvil… A mí me da por hacer dibujitos.
Llevo unos meses que prácticamente solo me dedico a hacer ilustraciones variopintas en “gran formato”, y entrecomillo el termino porque, cualquiera que sea aficionado a la ilustración os dirá que el tamaño habitual en el que suele trabajarse es el de un folio, así pues, hacerlo sobre cartulina estándar de 65x50 cms, es bastante inusual y supone un pequeño reto del que, por el momento, noto que estoy saliendo bastante airosa a pesar de que me he encontrado con varias dificultades, como el hecho de que hay que invertir tres veces más tiempo para realizarlo y la sensación de desubicación cuando te pones a trabajar en un tamaño “tan grande”. Ahora valoro más que nunca a la gente que hace grafittis artísticos para decorar las paredes de las calles.
Sencillamente quería ver si era capaz de hacerlo.
Como siempre, estoy utilizando ese tipo de materiales que tendemos a menospreciar pero que dan muchísimo juego a bajo coste: lápices de colores y rotuladores principalmente. De verdad que se pueden hacer con ellos muchas más cosas de las que pensamos.
Aunque hay que echarle paciencia a los trabajillos, está siendo muy entretenido, y como es habitual en mí, la idea de que acaben colgados en la calle, ME ENCANTA y me motiva (jajajaja). Adoro convertir los sitios más banales del mundo en pequeñas salas de exposición improvisadas.
Diciembre de 2020
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