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(extracto de la película Two Much)
-Por desgracia hoy en día no se enseña técnica.
-Perfecto, con la técnica puedes cargarte una idea.
-Estos chicos tienen ideas en la cabeza pero no saben
llevarlas al papel. ¿De qué sirve una idea si sólo está en la cabeza?
-Se puede ser un artista sin pintar nunca...
-Esa es mi definición de un cobarde.
También es la mía...
Y yo también creo que una idea que no se
materializa no sirve de nada o de casi nada...
A veces el temor nos atenaza, muchas veces surge en nuestra
mente algo bueno, tan bueno que nos da pánico que al intentar sacarlo de ahí y
hacerlo tangible pierda su belleza o su originalidad o genialidad o que,
sencillamente al verlo fuera, deje de parecernos tan bueno como creíamos que
era, entonces, para que eso no ocurra, lo dejamos dentro de nosotros en stand by, relegándolo
en el tiempo hasta que casi desaparece, convirtiendo la alegre y entusiasta
energía que nos hizo sentir al irrumpir en nuestras cabezas en desidia, vagueza
y hasta cierto desánimo; a partir de ese momento, de vez en cuando nos decimos cosas como –a ver si un
día me pongo con eso- pero los días pasan y nunca nos ponemos; esto al fin y al
cabo es lo de siempre: miedo al fracaso, a la decepción
enmascarado de diversas y saboteadoras formas; porque la idea, esa idea tan
buena, siempre será perfecta y un éxito si permanece sólo en nuestra mente...
