Para empezar os diré que yo también era de esas personas que creía que para hacer buenas fotos o fotografías vistosas había que tener una super cámara y recursos como un estudio, varios objetivos, muchos píxeles, lugares idílicos, modelos con experiencia o incluso que era una cuestión de talento; pero después, a medida que iba probando, practicando, atreviéndome y experimentando me di cuenta de que eso no era para nada cierto; que en realidad puedes conseguir imágenes muy solventes casi con cualquier cámara. Porque al contrario de lo que pensaba, no es la máquina (aunque ayude con la calidad-resolución) la que consigue fotos satisfactorias, sino cosas tan simples como por ejemplo dónde te sitúas al hacer la fotografía o qué luz hay en el espacio en el que te encuentras.
He conseguido numerosas y variopintas imágenes de las que me siento orgullosa desde que en 1990, a la edad de 10 años, empecé tomar fotografías con cámaras de lo más normaluchas y dispares.
También os pongo como ejemplo de lo que os cuento estas tres imágenes de una sesión que realicé en 2014 en las que me propuse conseguir unas instantáneas que recordaran a las que les hacen a los componentes de los grupos musicales.
Os muestro más sesiones fotográficas realizas por mí en este enlace.
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