Entre mayo de 1889 y mayo de 1890, mientras se recuperaba en el sanatorio de Saint Rémy, Vincent Van Gogh permanecía a menudo recluido en su habitación, pero en cuanto se sentía razonablemente bien, salía a pintar el campo que le rodeaba. En junio de 1889 escribió a su hermano -Los cipreses ocupan en todo momento mis pensamientos. Me gustaría hacerlos protagonistas de un cuadro, como he hecho con los girasoles. Los cipreses me sorprenden de una forma tan extraordinaria y hasta tal punto, que todavía no he conseguido reproducirlos como los veo. El ciprés, por su línea y su forma, es bello como un obelisco egipcio. Su verde es peculiar: una mota oscura en un paisaje lleno de sol. Pero también es uno de los motivos más estimulantes y difíciles de reproducir que pueda imaginar.
Campo de trigo con cipreses: realizado en 1889. Tamaño: 72x91 cms
Este cuadro es uno de los diversos campos de trigo que Vincent pintó en aquel período.
Su creación requirió mucho cuidado; de hecho, el pintor hizo antes un boceto al óleo y un dibujo detallado para estudiar y componer esta obra maestra.
En el cuadro Campo de Trigo con Cipreses se pueden apreciar pinceladas muy diversas. El cielo se ha logrado con unas largas y dinámicas que sugieren el movimiento veloz de las nubes provocado por el fuerte mistral que soplaba mientras Van Gogh pintaba el paisaje.
Por contra, las montañas del fondo están representadas con pinceladas cortas y densas para transmitir la imagen de solidez. Por su parte, el campo de trigo y los matorrales están representados con numerosas pinceladas rápidas y superpuestas que transmiten la idea del movimiento de las espigas al ser mecidas por el viento.
Personalmente, lo que más me gusta de este Van Gogh, además de la magistral forma de representar el movimiento de la naturaleza, es la armonía cromática que desprende el cuadro a pesar del contraste que en principio podría darse entre los colores fríos y los cálidos, que no chocan para nada. También me gustan las ganas que me despierta de PLANTARME EN MEDIO DE ESE CAMPO EXUBERANTE, ABRIR LOS BRAZOS COMO SI FUERAN ALAS Y DISFRUTAR DEL VIENTO :-)
Probad a imaginaros ahí y gozad.
¡Viva Van Gogh!
Fuentes para la elaboración de este artículo:
transcrito desde el monográfico Vincent Van Gogh
transcrito desde el monográfico Vincent Van Gogh
(Colección Grandes Maestros de la Pintura. Ediciones
Altaya, S.A. 2001)