LAS MANCHAS FASCINANTES

No es ningún secreto, para cualquiera que me conozca un poco, saber lo mucho que me gustan los cuadros abstractos. Este tipo de obras me fascinan por muchas razones, por ejemplo: porque es como mirar las nubes (puedes ver lo que quieras), porque me abstraen y me evado al observarlos, porque me parecen muy curiosos y de una belleza siempre moderna, porque me resultan altamente hipnóticos, sugerentes e interesantes, porque me gusta la técnica que hay que emplear para conseguirlos, porque me encanta lo que pasa dentro de mí mientras los miro, porque atacan a los ojos de los que "no saben" (jajajajajaja) y les hacen pronunciar las frases más famosas y, para mi gusto divertidas, del mundillo del arte desde principios del siglo XX -¡¡¡¿Y ESO ES ARTE?!!! Eso también lo sé hacer yo- o porque suelen transmitir un efecto de pintura dinámica que parece estar moviéndose sigilosamente dentro del cuadro como si tuviera vida propia.
Hace cosa de un mes, estuve en una exposición de este estilo de cuadros realizados por la pintora de Torrejón, Mari Luz Dupont, y mientras miraba su obra y hacía fotos, descubrí un nuevo motivo por el que también soy una gran admiradora de la pintura abstracta: me di cuenta de que dentro de esos cuadros existen otros cuadros; de que dentro de la imagen general que proyecta cada obra, existen otras imágenes tan buenas o quizás mejores que ella.
Las siguientes fotografías las tomé en esa exposición que menciono y creo que con ellas puede observarse el fenómeno del que hablo. Me pareció PRECIOSO...














publicado en mayo de 2012

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