DESCUBRIENDO EL GUERNICA

En enero de 1937, el gobierno de la República Española encargó a Picasso un gran cuadro para el Pabellón de España en la Exposición Universal que debía celebrarse en París en el verano de aquel año. El artista no comenzó el trabajo hasta que tuvo conocimiento del bombardeo sin piedad sufrido por la ciudad de Guernica por los aliados alemanes del general Franco durante la guerra civil española. 




El bombardeo se produjo el 26 de abril y provocó una carnicería de civiles que conmocionó a Picasso y al mundo entero. El artista hizo el primer esbozo del cuadro pocos días después del 1 de mayo. Apenas diez días después estaba preparado para empezar su enorme tela. Sin embargo, hubo un problema, la tela era demasiado grande para poder ser colocada verticalmente en la sala que Picasso había alquilado para trabajar en él, por lo que tuvo que maniobrar con la tela inclinada, utilizando una escalera y un pincel de mango largo para llegar a los puntos más altos.
Tras un mes de trabajo, el cuadro fue instalado en el Pabellón Español apenas 
dos meses después del suceso que lo había inspirado.

Realizado en 1937. Dimensiones: 351x782 cms.

La nota predominante de esta obra es la distorsión expresiva que muestra las reacciones extremas de los personajes que la protagonizan. El toro, con su extraña expresión, es la única figura que no transmite angustia o dolor; para Picasso este animal representaba la brutalidad y la oscuridad.


Bajo el toro una madre sostiene a su hijo muerto mientras con la cabeza 
hacia atrás emite un grito de dolor desgarrador.


En el suelo,  se puede observar como la fuerza y el valor de un hombre 
han sido mortalmente atacados y hechos pedazos.


Arriba, la cabeza del caballo bajo el resplandor de la bombilla, se alarga en una terrible expresión de dolor. Picasso declaró que el caballo representaba al pueblo. Y muchos han querido ver en la famosa bombilla una representación del ojo de dios; un dios que mira impasible una escena de horror.


Al lado, por una puerta alguien huye asustado de un interior para toparse en el exterior con una escena aún más atemorizante. Mientras otra persona se hunde y arde en la destrucción.


Debajo, una mujer desconcertada parece no saber a dónde ir ni qué 
hacer en medio de la barbarie.


El Guernica está considerado unánimemente la obra maestra absoluta del cubismo y es una de las más interpretadas y estudiadas del siglo XX. Además, también es una de las mejor documentadas gracias a la labor que la fotógrafa Dora Maar realizó durante el proceso creativo del cuadro tomando una serie de fotografías del mismo. 


 


Picasso escribió en 1937 un poema en prosa relacionado con la Guerra Civil Española titulado
Sueño y Mentira de Franco, con el artista parecía querer decir lo mismo que con su gran cuadro:
ESTO ES EL HORROR Y AQUÍ GRITA TODO EL MUNDO.
(...) el trazo de terror de las llamas se muerde los labios de la herida;
gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros, gritos de flores, gritos de maderas y de piedras, gritos de ladrillos, gritos de muebles, de camas, de sillas, de cortinas, de cazuelas, de gatos y de papeles, gritos de olores que se arañan, gritos de humo picando en el morillo de las fritas que cuecen en el caldero y de la lluvia de pájaros que inunda el mar (...)

Fuentes para la elaboración de este artículo: transcrito desde el monográfico Picasso
(Colección Grandes Maestros de la Pintura. Ediciones Altaya, S.A. 2001)
Catálogo de la exposición Los Picassos de Picasso en México. 1982. Museo Rufino Tamayo
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