EL ACRÓBATA DE PICASSO

En estos días en los que vuelvo a Picasso una y otra vez "por culpa" de una colección de láminas dedicadas a su vida y obra en las que voy trabajando poquito o a poco, me sorprendo cuando encuentro cuadros suyos de los que no tenía constancia y que me dejan totalmente ENAMORADA. Hay que decir que, conocer a fondo la trayectoria de este Súper Artista, es muy difícil porque existen unas ¡¡20.000!! obras catalogadas.
 
 
 
El cuadro del que os hablo a continuación, y que me tiene totalmente enamorada, se llama El Acróbata, fue pintado en 1930, tiene unas dimensiones considerables de 1,62 x 1,30 cms, y es una de las numerosas variaciones que el artista hizo, con más o menos acierto, sobre el tema.
 


Creo que el primer Acróbata que habéis visto ahí arriba, es la versión más bonita y talentosa de todas las que realizó. La esencia del personaje me recuerda a las figuras de Matisse, y aunque parece un trabajo muy simple, si sois aficionados a dibujar y a componer, sabréis lo difícil que es llegar a posicionar un personaje que abarque todo el cuadro, que disperse la mirada a lo largo y ancho del espacio disponible y que, además, posea una contorsión tan forzada pero a la vez tan natural y dinámica. En serio, no es nada fácil llegar a una representación como esta, tiene mucho mérito. No digo que sea una obra genial pero, desde luego, creo que merece la pena echarle un vistazo.


 Por mi parte el vistazo ha sido tan prolongado, tan intenso, TAN MARAVILLADO... que he acabado haciéndome un par de copias, ya que no puedo tener el cuadro original ni tan siquiera un mísero póster, jajaja... Eso sí, en "mis versiones" le he dado "un toque" variado al fondo porque el color apagado del original no me entusiasma demasiado. Espero que os agraden; a mí me gusta mucho como han quedado.


abril de 2016